Hoy es un día para reflexionar sobre la situación de las mujeres, ¿Realmente hemos avanzado o vamos como los cangrejos?

Para mí la igualdad comienza en la educación y lo que me ocupa es educar a mis hijos para que no caigan en esos tópicos que muchas mujeres padecen aunque debo aclarar que no me considero una víctima de nada.

Te voy a contar una historia que me sucedió hace muchos años…

En una de mis primeras entrevistas de trabajo para una empresa española muy grande, hace más de veinte años, el entrevistador me dijo que no tenía ninguna posibilidad por ser mujer ya que no había ninguna mujer en toda España en ese puesto.
¿Me enfadé, me ofendí, los denuncié? No, la verdad, en esa época no era tan consciente de la importancia de esas palabras, sin duda hoy en día hubiese reaccionado de otra forma. Cuando me dijo eso me despedí  y le dije que si necesitaban comprar un vehículo, ya sabían donde trabajaba. A la semana me llamaron y me dieron el puesto, había quedado la primera en todas las pruebas y decidieron romper moldes.
Tal vez si me hubiese puesto hecha una furia en ese momento, los hubiese denunciado, hubiera perdido  la experiencia de trabajar varios años en una empresa fantástica, con unos compañeros estupendos y no hubiese tenido el privilegio de cambiar patrones establecidos.

Después de mí vinieron otras mujeres en el resto del país así que la experiencia fue positiva.
Pero no es el único caso, he trabajado para otras tres multinacionales, en puestos que hasta ese momento eran ocupados por hombres preferentemente y cobrando el mismo sueldo que ellos, muchas personas me dicen que he tenido suerte, pero…

la suerte no existe, como dice Alex Rovira en su libro “la buena suerte”, tú creas las circunstancias para que las cosas ocurran.

A pesar de lo descrito y de la «suerte» que he tenido en muchas ocasiones, el camino no es fácil para mí, ni para muchas mujeres. Los embarazos en las empresas suelen suponer un cambio laboral, bien porque no puedes seguir asumiendo el trabajo que desempeñabas y decides en aquel momento buscar algo que permita la ansiada conciliación familiar (que más bien parece una utopía)  o bien porque la empresa  considera que una mujer con un bebé y/o niños no es apta para desarrollar el trabajo de manera eficiente.

No cabe duda que la mayoría de las mujeres  pasamos por situaciones de discriminación, tenemos sueldos más bajos que nuestros  compañeros, recibimos acoso,  miramos al techo de cristal con ganas de romperlo de una vez,  pero para cambiar las circunstancias antes debemos dejar de vernos como víctimas, tenemos que querernos, valorarnos y modificar nuestro mensaje.

Yo también he escuchado cosas como estas en mi entorno:

• ¿Para qué trabajas si tu pareja ya gana dinero? (dicho por otras mujeres)
• Deberías quedarte en casa a cuidar de los niños
• No sé qué interés tienes en seguir formándote, mejor te quedas tranquila en casa.
• Necesitamos una persona sin cargas familiares
• Tu familia y tus hijos primero, no seas egoísta y piensa en ellos, no en ti.

Y otras muchas que ya ni recuerdo, pero oír  cosas así eso sólo ha reforzado mis ganas de seguir siendo YO. Tomar mis decisiones en todo momento, no dejar de crecer porque es lo que quiero, no escuchar esas voces que me dicen continuamente que no puedo. Y te aseguro que esas voces no son sólo de hombres, también son de mujeres.

Me encantaría que en el futuro mis hijas no tengan límites por ser mujeres.

Ellas siempre llegan

En definitiva, estoy con las personas que respetan a otras personas, da igual que sean hombres o mujeres.
¡Feliz día de la mujer!

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